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ESCUELA DIOCESANA DE FORMACIÓN TEOLÓGICA PARA CATEQUISTAS

¨CAMINANDO CON JESÚS¨

La Diócesis de Santa Marta quiere, por medio de la Escuela de formación teológica para catequistasCaminando con Jesús, formar a sus agentes de tal  manera que toda la acción evangelizadora y pastoral no quede hecha a medias porque nadie puede dar de lo que no tiene y Jesucristo, que es el centro de nuestra acción pastoral merece ser bien anunciado.

 

La Escuela es una necesidad de primer orden para darle cumplimiento al objetivo específico de nuestro Itinerario Diocesano de Pastoral, sobre la formación permanente de los agentes de pastoral: atender a las necesidades de formación integral y permanente del clero, religiosos (as) y laicos para enriquecer la experiencia de fe personal y comunitaria. Porque podemos tener buenas herramientas buenos catecismos, un excelente plan de pastoral, pero si los laicos en general no saben cómo emplearlas adecuadamente, éstas no producen buenos resultados.

 

Importancia de la formación de los catequistas

 

Todos estos quehaceres nacen de la convicción de que cualquier actividad pastoral que no cuente para su realización con personas verdaderamente formadas y preparadas, pone en peligro su calidad. Los instrumentos de trabajo no pueden ser verdaderamente eficaces si no son utilizados por catequistas bien formados. Por tanto, la adecuada formación de los catequistas no puede ser descuidada en favor de la renovación de los textos y de una mejor organización de la catequesis.

 

En consecuencia, la pastoral catequética diocesana debe dar absoluta prioridad a la formación de los catequistas laicos. Junto a ello, y como elemento realmente decisivo, se deberá cuidar al máximo la formación catequética de los presbíteros, tanto en los planes de estudio de los seminarios como en la formación permanente. Se recomienda encarecidamente a los Obispos que esta formación sea exquisitamente cuidada.

 

La Formación de los Catequistas

 

La formación es necesaria para todos los catequistas: laicos, religiosos, religiosas y, sobre todo, sacerdotes, párrocos y otros presbíteros responsables de la acción catequística. Por esta misma razón se ha de procurar que en los seminarios y en las casas de formación de vida consagrada, se proporcione, con seriedad, dicha preparación catequética no solo por medio de cursos académicos, sino también por experiencias bien asesoradas a lo largo del período académico.

 

¿Por qué se hace necesario que nuestros Catequistas reciban formación teológica en la Escuela “Caminando con Jesús”?

 

Porque nuestra catequesis y los trabajos pastorales que realizan nuestros laicos en las parroquias merecen estar bien fundamentados.

 

Porque en todas las parroquias de la Diócesis de Santa Marta nos encontramos con el mismo fenómeno: la poca formación de los catequistas y de los laicos en general. Esto nos lleva a afirmar que poco fieles en la Diócesis cuentan con una formación teológica y pastoral que los haga capaces de dar razón de la fe que profesan. La razón, sin duda alguna, es que los párrocos, llevados, en muchos casos, por la necesidad pastoral eligen personas de vida digna, piedad envidiable y buena reputación, en el ámbito parroquial, para estas labores. En algunos casos los sacerdotes brindan formación bíblica, litúrgica y pastoral a los miembros de sus grupos parroquiales; otros, en cambio, no lo hacen y de igual forma envían sus laicos a la misión.

 

Es más, ahondando un poco en nuestra realidad, nos encontramos con que en la mayoría de nuestros hogares no se da una adecuada formación cristiana; lo mismo que nuestras instituciones educativas la Educación Religiosa, va perdiendo protagonismo. Esto hace que los católicos asumamos con toda seriedad nuestra responsabilidad de formarnos adecuadamente para ser verdaderos agentes evangelizadores y dar razón de nuestra fe, por ello necesitamos prepararnos doctrinal, espiritual, humana y cristianamente de acuerdo a la grandeza de la misión que se les ha confiado.

 

Porque necesitamos padres de familia preparados adecuadamente para educar en la fe a sus hijos, también laicos formados que por vocación asuman esta hermosa tarea de hacer crecer en la fe a niños, jóvenes, adultos y ancianos, de tal forma que Jesucristo sea anunciado, conocido, amado seguido y servido, y la ignorancia religiosa será cada día menos.

 

Porque se pueden tener buenas herramientas, buenos catecismos, pero si los trabajadores, catequistas y laicos, no saben cómo emplearlas adecuadamente, estas no producen buenos resultados.

 

¿Para qué una Escuela de Formación Teológica para Catequistas?

 

  • Para poder brindarles a nuestros catequistas y a aquellos laicos que quieran dedicarse a la labor de la catequesis o alguna otra labor pastoral, un programa de formación sencillo, adecuado y organizado para su formación doctrinal, humana, cristiana, pastoral, metodológica, bíblica y espiritual, que corresponda a la misión para la que han sido llamados.

  • Para animar e impulsar en nuestras comunidades parroquiales y sectores pastorales vocaciones para la catequesis y para otras áreas de la pastoral.

  • Para promover animadores responsables de la catequesis a nivel diocesano como arciprestal y parroquial.

  • Acompañar tanto personal como espiritualmente a nuestros catequistas y laicos.

 

¿Por qué una Escuela?

 

Escuela: Hace referencia a la experiencia bíblica de la relación maestro discípulo, vivida por los primeros apóstoles en contacto con Jesús.

 

La escuela de formación teológica para Catequistas de nuestra Diócesis de Santa Marta es una experiencia de amor y de vida, vivida personal y comunitariamente. Es la escuela del discipulado donde vamos progresivamente aprendiendo a configurarnos con Cristo.

 

¿Qué quiere decir que la Escuela de formación teológica

es para catequistas?

 

LaEscuela de formación es un apoyo para aquellos que queriendo vivir su compromiso de bautizados desean ayudar a la formación en la fe de niños, jóvenes, y adultos. La escuela de formación busca capacitar a los que quieran formarse como catequistas para ayudar a los catequizando al crecimiento y a la maduración de su fe, de manera que se constituyan en verdaderos discípulos de Cristo por medio de un conocimiento vivencial e íntimo de su persona y de su mensaje.

 

Es un apoyo para el Plan Diocesano de Pastoral de nuestra Iglesia particular de Santa Marta que prevé la formación de todos los agentes pastorales. Y además es la puesta en práctica de las iniciativas pastorales de los obispos latinoamericanos y del caribe que en Aparecida nos piden que animemos el proceso de la reiniciación cristiana y la nueva evangelización para que nuestros pueblos en Él tengan vida.

 

 

Fines de la Formación de la Escuela

 

El Directorio General para la Catequesis nos enseña cuáles son los fines de la formación de los catequistas y nosotros los acogemos en nuestra escuela de Formación Teológica para Catequistas

 

 

Finalidad y naturaleza de la formación de los catequistas

 

La formación trata de capacitar a los catequistas para transmitir el Evangelio a los que desean seguir a Jesucristo. La finalidad de la formación busca, por tanto, que el catequista sea lo más apto posible para realizar un acto de comunicación: “La cima y el centro de la formación de catequistas es la aptitud y habilidad de comunicar el mensaje evangélico".

 

La finalidad cristocéntrica de la catequesis, que buscapropiciar la comunión con Jesucristo en el convertido, impregna toda la formación de los catequistas. Lo que ésta persigue, en efecto, no es otra cosa que lograr que el catequista pueda animar eficazmente un itinerario catequético en el que, mediante las necesarias etapas: anuncie a Jesucristo; dé a conocer su vida, enmarcándola en el conjunto de la Historia de la salvación, explique su misterio de Hijo de Dios, hecho hombre por nosotros; y ayude, finalmente, al catecúmeno o al catequizando a identificarse con Jesucristo en los sacramentos de iniciación. En la catequesis permanente, el catequista no hace sino ahondar en estos aspectos básicos.

 

Esta perspectiva cristológica incide directamente en la identidad del catequista y en su preparación. “La unidad y armonía del catequista se deben leer desde esta perspectiva cristocéntrica, y han de construirse con base de una familiaridad profunda con Cristo y con el Padre en el Espíritu”

 

 

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